El Climaterio es el período de transición en la vida de la mujer que se caracteriza por el pasaje de la etapa reproductiva a la no reproductiva, ocasionada por la pérdida de la función generativa del ovario.

Pese a tratarse de un proceso normal en el ciclo vital de la mujer, en su desarrollo suelen aparecer manifestaciones que hacen del climaterio un complejo síndrome psicosomático y sociocultural.



El Síndrome Climatérico hace referencia al conjunto de síntomas y signos que anteceden y siguen a la menopausia, como consecuencia de la declinación o cese de la función ovárica. Incluye la manifestación de diversos síntomas; trastornos menstruales, sangrado uterino anormal; síntomas vasomotores o circulatorios siendo los sofocos los más frecuentes; síntomas genitourinarios como sequedad vaginal, disuria, incontinencia urinaria; disminución de la libido; trastornos del sueño (insomnio, despertares nocturnos); alteraciones cognitivas (olvidos, niebla mental); trastornos psicológicos y sociales entre otros.



Estos síntomas se expresan de manera diferente en cada persona, pues intervienen elementos mediadores como el propio individuo, la familia y la comunidad en que se desenvuelve; por lo tanto, la mujer de edad mediana debe atenderse no solo desde el punto de vista biológico, sino en armonía con su entorno cultural y social.

Los síntomas afectan a más del 75% de las mujeres. Entonces, aunque no todas las mujeres que cursan el climaterio experimentarán síntomas, la mayoría sí lo hará y más del 25% describe síntomas graves. Los mismos pueden permanecer mucho tiempo con una duración promedio de 7 años, y una de cada tres mujeres experimenta síntomas más allá de los 7 años.



La menopausia hace referencia al último periodo menstrual, su diagnóstico es clínico y retrospectivo, después de un año de la última menstruación.

La edad de la menopausia se considera normal entre los 45 y los 55 años siendo la edad promedio en las mujeres latinoamericanas de 48,6 años.

Considerando que en la actualidad la esperanza de vida es superior a los 80 años, ⅓ de la vida se desarrollara luego de la menopausia.



Según las estadísticas sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las mujeres viven más que los hombres, siendo esto más notorio en los países de altos ingresos.

Los mayores cambios en los perfiles demográficos y epidemiológicos de las últimas décadas revelan que las enfermedades crónicas no transmisibles son la principal fuente de mortalidad.

De acuerdo a informes de la OMS, dentro de estas enfermedades crónicas no transmisibles las enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio, cardiopatía isquémica y accidente cerebrovasculares) son las principales causas de muerte en todo el mundo, tanto en hombres como en mujeres.



En la postmenopausia se pierde la protección estrogénica por lo cual lleva a un aumento del riesgo cardiovascular en las mujeres.

Por este mismo déficit estrogénico aumenta el riesgo de osteopenia, osteoporosis, aumentando así el riesgo de fracturas sobre todo la de cadera.

En consecuencia, aumenta la mortalidad (32%) y morbilidad generando importantes secuelas físicas, lo cual determina afectación del entorno familiar y gastos para el sistema de salud.



El tratamiento adecuado y oportuno mediante la modulación hormonal es una de las principales herramientas de prevención en estas enfermedades.

Si bien las pacientes temen al tratamiento hormonal por asociarlo al riesgo de cáncer sobre todo de mama, los estudios actuales demuestran que, con la modulación hormonal actual, el riesgo no está aumentado.



Sin embargo, otros factores de riesgo modificables, como la obesidad y el consumo de alcohol aumentan el riesgo de desarrollar dicha patología.

Por lo tanto, recibimos a mujeres que viven más, pero que llegan a la etapa del Climaterio con factores de riesgo de larga data a las que debemos brindar una atención integral para abordar todas sus problemáticas y mejorar su calidad de vida.

Es aquí donde los ginecólogos desarrollamos un rol preponderante en la atención médica.



Como médicos en el consultorio educamos y generamos conciencia a las usuarias que transitan la etapa del climaterio.

Ofrecemos tratamiento integral enfatizando en prevención en salud; estilos de vida saludables; educando sobre los beneficios del ejercicio físico y alimentación balanceada. En caso de ser necesario se indica tratamiento médico que puede ser hormonal del climaterio y/o tratamiento no hormonal.

Se realiza seguimiento según cada caso particular, con énfasis en educación y prevención de salud.



Hay un grupo de mujeres que desconocen o naturalizan determinada sintomatología vinculada a esta etapa de la vida.

Algunas mujeres lo viven como una pérdida de juventud, sumado a que la palabra menopausia es usada por algunos en forma despectiva.

Sin embargo, también hay usuarias que disfrutan de esta etapa aceptando los cambios biológicos naturales.

En este sentido, recomendamos, que debemos empoderar a las mujeres que están transitando esta etapa a preguntar y buscar ayuda.

Transmitir que se trata de un proceso natural asociado a la edad donde los cambios no deben ser vividos en forma negativa.

Una conducta proactiva es recomendada, así como priorizar el autocuidado.



Dra. Adriana Zuviria

Médico ginecotocologo

Diplomada en Climaterio