En Medicare, sabemos lo importante que es proteger la delicada piel de las niñas y los niños de los fuertes rayos del sol, especialmente en menores de 2 años ya que tiene rasgos anatómicos y funcionales que la hacen más susceptible a los daños de la radiación UV que la de los adultos. Se ha estudiado que los niños protegidos correctamente tienen 78% menos riesgo de desarrollar cáncer de piel en su vida adulta.

La dermatóloga Claudia Gubenlian nos cuenta que niñas y niños se exponen al sol 3 veces más que los adultos y antes de los 21 años han recibido entre el 50 y el 80% de toda la radiación solar que recibirán a lo largo de su vida.

Por tal motivo es clave tener un cuidado adecuado y contar con diferentes herramientas para proteger a niñas y niños, especialmente en ésta época del año.

Evitar exposición en horas pico de luz solar: Las horas del mediodía son las que acumulan la mayor radiación, por lo que se recomienda no concurrir a la playa ni exponerse a los rayos solares entre las 11:00 y las 16:00 horas. No olvides que la piel puede quemarse incluso en días nublados

Especial cuidado con bebés: Es muy importante, en la medida de lo posible, mantener alejados a los bebés menores de 6 meses de la luz del sol directa.    

Cubrirse del sol: buscar la sombra por medio del uso de sombrilla, toldo o similar, cubrirse la cabeza con sombrero de ala ancha y usar anteojos con protección ultravioleta (UV).

Ropa adecuada: cubrir el cuerpo con ropa liviana pero de trama cerrada y de colores oscuros, además de la ropa con protección UV que muchas veces usan los niños.

Protector solar: de factor 30 da un buen nivel de protección solar. (No está comprobado que un factor superior a 50 sirva de algo) Se debe corroborar que estos productos indiquen protección ultravioleta A y B. Es importante volver a aplicar cada 2 horas y luego de mojarse.

Ten presente que aproximadamente un cuarto de la exposición al sol durante toda la vida se produce en la infancia y la adolescencia. Los niños pasan mucho tiempo al aire libre, sobre todo en verano, por lo que es importante desarrollar hábitos seguros para protegerse del sol que no impliquen renunciar a la diversión de los juegos​ al aire libre.

Ante cualquier inquietud, no dudes en consultar con tu pediatra.​