Durante el verano, los horarios tienden a flexibilizarse. Los días son más largos, la gran mayoría se encuentra de vacaciones, es un periodo en el que las rutinas y horarios se ven alterados y en dónde es frecuente acostarse y levantarse más tarde de lo habitual.
En vacaciones intentamos desconectar del día a día, disfrutar del tiempo al aire libre, olvidarnos del reloj y sobre todo del despertador.
El ser humano necesita dormir, es una necesidad básica, como respirar. Pero no siempre lo hacemos de forma adecuada, en las horas que necesitamos y con la calidad que nuestro cuerpo necesita para que el sueño sea reparador y ayudarnos a afrontar todo lo que nos espera a lo largo del día.
El sueño se produce de manera natural en el cuerpo y suele estar asociado con los periodos de luz y oscuridad, lo que llamamos ritmo circadiano. Durante el sueño se restablecen diversas funciones en el cuerpo, muy importantes y necesarias para nuestra vida.
Para poder obtener un sueño de calidad que permita un buen descanso, es importante mantener ciertos hábitos y rutinas, lo que se denomina higiene del sueño para lo que dejamos aquí algunas recomendaciones que puedes también poner en práctica en vacaciones:
- Seguridad: Para que un ser humano pueda conciliar el sueño debe sentirse de forma segura, en ocasiones, en vacaciones nuestro entorno cambia y puede que no sientas la seguridad que necesitas, por lo que buscar herramientas que te transmitan esa seguridad es clave para ir a la cama con tranquilidad.
- Entorno: De la mano del punto anterior es importante que el lugar en el que realizarás el descanso sea confortable, eso incluye la habitación, la cama, la ropa de cama, la almohada, en fin. Intenta encontrar tu confort para poder obtener el confort que necesitas.
- Alimentación: Lo que comemos repercute en nuestros hábitos de sueño y en la calidad de descanso. Durante las vacaciones nuestra alimentación se adecúa al ritmo de vida de vacaciones, donde las comidas a veces no cumplen con los requisitos nutritivos, pero además solemos comer a deshoras, Los excesos en la comida y el aumento del consumo de alcohol son más habituales, y esto hace que nuestro sueño se vea afectado por estas rutinas. Intenta evitar los excesos cotidianos y comer demasiado cerca de la hora de dormir para que el impacto en tu descanso sea menor.
- Ejercicio físico: todos sabemos que realizar actividad física con regularidad repercute de forma positiva en nuestra salud, y también tiene beneficios en cuanto al sueño ya que mejora nuestro descanso. Así que aunque estés de vacaciones, procura al menos realizar una caminata.
- Pantallas: No vamos a hablar del impacto que tiene la tecnología en nuestro cerebro, pero cuando hablamos de sueño es aconsejable evitar la televisión en el dormitorio, así como las pantallas de los dispositivos electrónicos antes de ir a la cama.
Entonces, ya sabes, mantener una buena higiene del sueño es importante para que puedas descansar de forma adecuada. Puedes ir bajando el ritmo desde un rato antes de irte a dormir, relajando el cuerpo y la mente, creando un ambiente adecuado, que te ayude a sentir bien.